El director de Ports i Aeroports de la Generalitat, Oriol Balaguer, explicó ayer en Lleida que ya hay empresas interesadas en participar en la gestión del aeropuerto Lleida-Alguaire, que el Govern sacará a concurso el próximo mes de marzo.
Balaguer también señaló que el nombre de la empresa adjudicataria será a conocer durante el verano y que ésta deberá invertir en la construcción de la infraestructura entre 20 y 30 millones de euros, aunque la inversión global ascenderá a cerca de 90 millones de euros. Asimismo, el responsable de Ports de la Generalitat acordó con el alcalde de Lleida, Ángel Ros, el presidente de la Diputación, Jaume Gilabert, el responsable de la Cámara de Comercio y los alcaldes de los ayuntamientos de Almenar, Alguaire y Torrefarrera, afectados por la construcción del aeródromo, la creación de una sociedad mercantil en Aeroports Públics de Catalunya participará con un 51 por ciento. Este organismo marcará las pautas generales del futuro aeropuerto; mientras que la empresa que nacerá en marzo llevará el día a día de la gestión de la infraestructura.
El representante del consistorio leridano se refirió al compromiso de las instituciones de la región para participar en la dirección estratégica de este aeródromo, el primero impulsado íntegramente por la Generalitat.
Por otro lado, el número uno de la Diputación exigió, durante una cena-tertulia organizada por la Federación de Colles de l’Aplec del Cargol, que el futuro aeropuerto se especialice en el transporte de carga, ya que cuenta con “buenas comunicaciones y proximidad con el puerto de Tarragona”. Gilabert argumentó al respecto que si bien aeródromos como Reus y Tarragona se dedican a vuelos turísticos, Lleida-Alguaire debería dar prioridad a la logística.
En cuanto a las conexiones aéreas, el presidente del organismo catalán señaló la posibilidad de crear un enlace con el aeropuerto a través de Almacelles (en la región de Saira), y añadió que en la provincia todavía no ha tomado conciencia del volumen de negocio y futuras oportunidades que generará la instalación.
Balaguer también señaló que el nombre de la empresa adjudicataria será a conocer durante el verano y que ésta deberá invertir en la construcción de la infraestructura entre 20 y 30 millones de euros, aunque la inversión global ascenderá a cerca de 90 millones de euros. Asimismo, el responsable de Ports de la Generalitat acordó con el alcalde de Lleida, Ángel Ros, el presidente de la Diputación, Jaume Gilabert, el responsable de la Cámara de Comercio y los alcaldes de los ayuntamientos de Almenar, Alguaire y Torrefarrera, afectados por la construcción del aeródromo, la creación de una sociedad mercantil en Aeroports Públics de Catalunya participará con un 51 por ciento. Este organismo marcará las pautas generales del futuro aeropuerto; mientras que la empresa que nacerá en marzo llevará el día a día de la gestión de la infraestructura.
El representante del consistorio leridano se refirió al compromiso de las instituciones de la región para participar en la dirección estratégica de este aeródromo, el primero impulsado íntegramente por la Generalitat.
Por otro lado, el número uno de la Diputación exigió, durante una cena-tertulia organizada por la Federación de Colles de l’Aplec del Cargol, que el futuro aeropuerto se especialice en el transporte de carga, ya que cuenta con “buenas comunicaciones y proximidad con el puerto de Tarragona”. Gilabert argumentó al respecto que si bien aeródromos como Reus y Tarragona se dedican a vuelos turísticos, Lleida-Alguaire debería dar prioridad a la logística.
En cuanto a las conexiones aéreas, el presidente del organismo catalán señaló la posibilidad de crear un enlace con el aeropuerto a través de Almacelles (en la región de Saira), y añadió que en la provincia todavía no ha tomado conciencia del volumen de negocio y futuras oportunidades que generará la instalación.
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